Por qué hablar del teletrabajo en 2025
El teletrabajo ya no es solo una opción: en España se ha consolidado como un modelo laboral estratégico y duradero. Según Randstad, el 15% de los españoles lo utiliza regularmente, y los modelos híbridos (combinación de trabajo remoto y presencial) se imponen en grandes ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia.
Tendencias clave:
- Modelo híbrido dominante: el 60% de las empresas europeas aplican esquemas híbridos (Gartner 2024).
- Productividad comprobada: un estudio de Robert Walters indica que el 47% de los profesionales se sienten más productivos trabajando desde casa.
- Flexibilidad y retención: la posibilidad de elegir dónde trabajar es ahora decisiva para atraer y mantener talento.
- Cultura corporativa fortalecida: bien gestionada, la distancia no debilita sino que puede fortalecer la cohesión del equipo.

El teletrabajo en España, libertad con letra pequeña
Si trabajar desde casa fuera un derecho, en España aún se comporta como privilegio con invitación. La ‘V Radiografía del Teletrabajo en España 2025’ de Infojobs, con 4.656 personas activas y 1.502 responsables de RR. HH., dibuja un panorama detallado:
- Género: ligera ventaja femenina, con un 17% de ocupadas frente al 14% de ocupados.
- Edad: paradójicamente, los nativos digitales (16–24 años) trabajan menos fuera (13%) que los profesionales de 25–44 años (17%) y mayores de 65 años (18%).
- Educación: un factor crítico. Teletrabajan el 27% con estudios universitarios, 15% con FP Superior, 8% con Secundaria y 2% con Primaria.
- Ingresos: hogares con más de 3.000 € al mes presentan un 22% de teletrabajo.
- Ocupaciones: predominan técnicos (29%), científicos (28%) y directores (24%), roles centrados en información y decisiones más que en presencia física.
- Contrato y localización: autónomos (17%) e indefinidos (16%) encajan bien en remoto, mientras los temporales (8%) tienen menor acceso; grandes ciudades concentran el fenómeno (20%).
Lo que nos deja este panorama:
El teletrabajo funciona, pero no es neutro: favorece a quienes tienen estudios superiores, estabilidad laboral y recursos económicos. Para democratizarlo, las empresas deben invertir en reskilling, digitalización y rediseño de roles, y medir resultados por impacto, no por control horario.
Beneficios del teletrabajo e híbrido

Retos del teletrabajo e híbrido
- Aislamiento social: la conexión del equipo puede debilitarse si se trabaja demasiado desde casa.
- Cultura corporativa: requiere estrategias y rituales para mantener la cohesión.
Gestión de productividad: medir resultados en lugar de horas trabajadas. - Ciberseguridad: equipos dispersos aumentan riesgos si no hay protocolos claros.
- Brecha de acceso: estudios e ingresos determinan quién puede teletrabajar.
Kit ideal para teletrabajar desde casa o en híbrido (by Únikas)
Trabajar cómodamente requiere algo más que un portátil. El kit Únikas combina ergonomía, productividad y bienestar:
- Mochila ergonómica: para transportar portátil y accesorios con comodidad.
- Base de carga inalámbrica: mantener móviles y gadgets siempre cargados.
- Cables de carga extra: USB-C, Lightning y micro-USB, siempre a mano.
- Bidón o botella reutilizable: hidratación constante sin interrumpir la jornada.
- Auriculares con cancelación de ruido: concentración total y videollamadas claras.
- Soporte para portátil o tablet: postura correcta y más comodidad.
- Libreta y agenda: planificación rápida y recordatorios.
Con este kit, trabajar desde casa o en un modelo híbrido se vuelve cómodo, eficiente y motivador.
Cómo mantener la motivación en equipos remotos e híbridos
Para que los equipos se sientan conectados y comprometidos:
- Comunicación constante: reuniones que fomenten conversación, no solo reportes.
- Formación y desarrollo: reskilling y upskilling mantienen al equipo actualizado.
- Reconocimiento constante: celebrar logros individuales y colectivos, aunque sea virtualmente.
- Detalles que marcan la diferencia: Remote Packs y gadgets Únikas refuerzan la conexión con la empresa.
Cierre reflexivo
El teletrabajo en España en 2025 no es nostalgia de oficina. Es una oportunidad para rediseñar roles, procesos y cultura, combinando flexibilidad y productividad. La clave está en la inversión en formación, confianza, equipamiento y especialización profesional. Con el enfoque adecuado, empresas y empleados pueden sacar el máximo provecho de esta modalidad consolidada.